Lidia es una joven que escribe historietas para la revista del colegio. Sus historietas más populares son y siempre han sido las de de Vincavec de Fafnir. Además, Lidia posee una cualidad que el resto de los escritores no tiene, puede hablar con sus personajes. Ellos le comunican sus deseos, sus necesidades, y Lidia procura satisfacerlos. Sin embargo, Luis, el director de la revista posee otras intenciones: manipular los guiones de Lidia, insertando mucha más violencia, y utilizarlos en un fanzine cuyo índice de lectura está subiendo como la espuma.
El mundo de la escritora y el de sus personajes se mezclan, y se produce un desajuste paralelo entre ambos mundos: de la misma forma que los personajes de sus historias entran en la vida de Lidia, ella y sus amigos entran en la de sus personajes. Ni a Lidia, ni a sus amigos, ni a sus personajes les gustan las intenciones de Luis, y tratan de combatirlas en todo momento. Al final, Luis, el Señor del Mal, es derrotado por los personajes y condenado a ser un personaje más, un duende peludo y verrugoso.
