"Era el maestro de la antropologÃa americana y gozaba de un inmenso prestigio. Era uno de esos titanes del siglo XIX como ya no volveremos a ver, que habÃa acumulado una obra considerable no sólo por su volumen, sino también por su diversidad: antropologÃa fÃsica, lingüÃstica, etnografÃa, arqueologÃa, mitologÃa, folklore, nada le era extraño... Su obra abarca la totalidad del dominio etnológico. [...] A esa diversidad de intereses se debe la riqueza de la etnologÃa americana durante su mejor perÃodo: desde el empirismo crÃtico de Lowie hasta las configuraciones culturales de Ruth Benedict, o la atención prestada por Margaret Mead a la psicologÃa individual en sus relaciones con la cultura... Todo esto estaba ya en Boas." No exagera un ápice Lévi-Strauss al calibrar asà la obra de un autor a quien a menudo se le ha reprochado "su falta de espÃritu sistemático, su repugnancia por la teorÃa, el carácter inorganizado de su obra". La réplica del autor de AntropologÃa estructural: "Boas estaba frente a una masa prodigiosa de materiales que recogÃa o hacÃa recoger por indÃgenas letrados". Más allá de la coyuntura resumida en estas últimas palabras, el presente trabajo indaga las razones profundas que volverÃan justificadas o injustificadas tales crÃticas y lo hace mediante un examen diacrónico, en paralelo, de varios de los centros de la producción etnológica boasiana.
MarÃa Valdés Gázquez es Profesora Titular de AntropologÃa Social y Cultural de la Universitat Autònoma de Barcelona. Su especialidad es la historia de la de su disciplina