Desde el primer dÃa de la Creación y hasta el final de los tiempos existe una Comunidad de la Luz dispersa por el mundo, pero gobernada por una Verdad y unida por un EspÃritu. Se trata de la iglesia Interior, inmortal y pura, que ha de ser honrada en el corazón, distinta de la iglesia exterior, temporal y controlada por los intereses de los hombres. Sin embargo, la observancia de la religión exterior es un medio para entrar en la verdadera Iglesia Interior. Muchos de sus sÃmbolos y ceremonias representan las diversas operaciones de Dios sobre el alma del hombre. En este libro extraordinario, una verdadera joya bibliográfica, el conde Lopoukine desvela algunos de los secretos de esta Comunidad de la Luz que desde nuestro primer padre se esconde de las pompas y de la vanidad de este mundo.