Parpalinas fue una villa imperial que prolongó su vida hasta el siglo VIII. Se localiza en el término del mismo nombre en Pipaona (Ocón, La Rioja) y es mencionada por la Vita Sancti Aemiliani a propósito del exorcismo que el santo realizó en la casa del noble Honorio. A partir de esta referencia literaria se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas (2005-2008) que sacaron a la luz los restos superpuestos de dos templos; el primero ya existía cuando San Millán llegó al lugar hacia mediados del siglo VI; a finales de esta centuria fue sustituido por otro de mayor tamaño que desaparecería hacia el siglo X. Tras su ruina el solar siguió ocupado como necrópolis. Por tanto, el estudio se desenvuelve en un marco temporal que se inicia con la recepción del cristianismo y sigue durante la Tardoantigüedad y el Medievo. Se aborda el estudio arqueológico de ambos templos, así como también su dimensión histórica y cultural mediante una metodología basada en el diálogo entre la Arqueología y las fuentes escritas relacionables con ella. De ese modo se intenta esbozar un interesante cuadro sobre las formas de la arquite
