A la palabra revelada de los evangelios, el sacerdote Samuel Valero añada con pleno acierto algo nuevo: cómo vieron a Jesús su Madre, la Virgen MarÃa, que relata en sus "memorias" la infancia del Hijo, y Juan, el discÃpulo más cercano, el testigo más fiel de la vida pública, la pasión, muerte y resurrección del Señor y los últimos dÃas de la vida de MarÃa.
No se trata de una novela en la que la imaginación vuele a sus anchas, aunque se lee con la fruición de una novela. Es una transcripción muy fiel de los relatos evangélicos. El eje es el Evangelio, en torno al cual el Autor deja que MarÃa y José explayen sus sentimientos y completen el a veces escueto relato evangélico con lo que seguramente ocurrió, según las costumbres judÃas de la época y los conocimientos históricos y geográficos, expuestos en un lenguaje llano y atractivo.
Nadie mejor que la Madre para hablarnos de la infancia de su Hijo. Nadie mejor que el DicÃpulo para contar la vida pública del Maestro. Y Samuel Valero acierta en la interpretación de las Memorias de MarÃa y de Juan.