No es suficiente ser competitivo para tener éxito en el mundo laboral. Se requiere además una cierta dosis de agresividad. Muchas veces resulta positivo aprovechar la agresividad natural que hay en todos nosotros para evitar ser explotados o manipulados, para ser más proactivos y astutos, para que no nos roben las ideas ni se adueñen de proyectos que nos han tomado tiempo y esfuerzo. Además, ser agresivo puede a veces tener un efecto muy saludable. En No te cortes, Jens Weidner nos enseña a utilizar la dosis justa de agresión en las relaciones interpersonales, desarrollando estrategias para ser más incisivos en la oficina. Se trata de aprender a moverse en el entorno laboral, identificar potenciales enemigos, reaccionar rápidamente y defender nuestros intereses.
