Reginald Belcik es un viudo y jubilado que vive tranquilamente dedicando su tiempo a la programación de robots. Un día recibe la visita del presidente de la comunidad de propietarios para informarle de que la joven que llevaba la contabilidad de la comunidad, la cual además era joyera, ha sido asesinada y le pide a Reginald que sea el nuevo contable. Reginald acepta y a partir de ese momento su apacible vida dará un giro completo. Buscando los papeles de la contabilidad, encontrará una caja con diamantes y algunas cartas escritas desde Sudáfrica, donde se habla de dichas piedras y de algún misterioso negocio entre un hombre, apellidado como la contable asesinada (y que finalmente será el padre de esta) y varias personas africanas. En la joyería de la joven, heredada de su padre, y donde Reginald acude en busca de los papeles de la contabilidad, este conocerá a Julie, la madre de la joyera y contable asesinada, también viuda. Ambos iniciarán un romance apasionado donde su mayor entretenimiento será la cocina. Reginald y Julie se verán envueltos en una serie de persecuciones, asesinatos, amenazas de muerte y secuestros, a consecuencia de la investigación que inician de las cartas africanas y el origen de los diamantes encontrados. Tendrán que viajar a Düsseldorf (Alemania) a recoger un premio que una organización de joyeros había otorgado a su hija. Sus indagaciones les llevarán a descubrir que la hija de Julie estaba envuelta, junto con otros jóvenes estudiantes africanos, en una asociación que luchaba contra una trama de corrupción que habían desenmascarado. Finalmente, los conocimientos de robótica de Reginald le ayudarán a acabar con la trama y poder disfrutar, por fin, de una vida apacible junto a su querida Julie.
