La pintura saluda siempre a su contemplador como una anfitriona cordial, dispuesta a complacerle. Esperanzada, le invita a conocerla, a apreciarla hondamente, a estimarla, anhela establecer un buen diálogo con quien detiene ante ella su mirada. Para lo cual le pide vivamente al visitante que responda al arte que ella muestra con el suyo, con su propio arte: el arte de ver. Le da las herramientas para el logro, que son, ni más ni menos, que el estudio de los denominados gestos plásticos, la observación de los distintos medios de expresión con los que cobran hechuras las obras. La relación entre pintura y contemplador será asà equilibrada, resultará un diálogo fecundo. A tal propósito se orienta este libro. Un reino nÃtido procura un conocimiento motivado, mediante el uso del arte de ver, de la singularÃsima pintura de Marta Iglesias, artista española actual cuyo quehacer queda aquà destacado.