La más divertida y feroz crÃtica social, polÃtica y económica, por el mejor humorista: Quino «Cada libro de Quino es lo que más se parece a la felicidad: la quinoterapia.» Gabriel GarcÃa Márquez Sueños incumplidos o imposibles, ladrones con autoridad, polÃticos corruptos y trabajadores explotados: todos estos personajes de la vida se hacen un hueco entre las viñetas de ¡Yo no fui!, una feroz crÃtica social del mundo que nos rodea, con especial atención a la vida polÃtica y económica y al comportamiento social de la burguesÃa, aderezado con el humor más irónico e inteligente de uno de los mejores humoristas de todos los tiempos.La crÃtica ha dicho... «Los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabidurÃa la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento. La obra de Quino conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a numerosos idiomas, lo que revela su dimensión universal. Sus personajes trascienden cualquier geografÃa, edad y condición social.» Acta del jurado del Premio PrÃncipe de Asturias«Seguro que le debo mucho a Quino como humorista gráfico, pero más le debo como persona.» Liniers «Mirá que cambiaste el mundo con tus dibujitos, ¡eh! Lo mejoraste bastante. No, no alcanzó. Nunca alcanza. No hay témpera blanca que lo corrija. [...] ¡Y tus páginas! FilosofÃa y poesÃa. CrÃtica feroz y ternura. Un pibe de ocho años y un viejo sabio en los mismos zapatos.» Tute«Lo intuÃamos. El verdadero Principito era Quino.» Miguel Rep «Un excepcional testigo de medio siglo de historia, un testigo irónico y lúcido, aunque no se nos proponga en ningún momento como imparcial, porque el autor ha tomado, en su vida y en su obra, abiertamente partido.» Esther Tusquets«Quino resumió las ganas de reÃr y de estamparse contra la pared.» Karina Sainz Borgo, Vozpópuli «Uno de los espÃritus más lúcidos, insobornables y creativos de ese género menospreciado que cambia constantemente de nombre: tebeo, cómic, historieta.» Rafael Narbona, El Cultural «El certero ingenio de Quino más allá de Mafalda: [...] con su habitual agudeza, dibuja una y otra vez el baño de realidad que supone dejar los sueños y abandonar la cama cada mañana para ir a trabajar o enfrentarse a las propias contradicciones, y una y otra vez vuelve a quedar claro que la raza humana nunca dejó de asombrarle.» Celia Fraile Gil, ABC Cultural