Los padres de Max se van de viaje y, como el encargado no aparece, él se queda al cuidado de la tienda de animales. Un dÃa una periodista aparece por allà y malinterpreta las palabras del niño. Al dÃa siguiente, publica en el periódico que Max está dispuesto a cuidar todo tipo de animales. De esta manera, la tienda se llena de monos, elefantes, serpientes y tigres de Bengala. A pesar de todo, Max, con su buena mano, se hace con el negocio y vende todos los animales que estaban a la venta. A la vuelta, sus padres descubren que ha ganado mucho dinero, asà que deciden irse todos juntos de vacaciones y comprar más animales cuando vuelvan.