El eje de este trabajo es la figura de Manuel Lora Tamayo, ministro de educación entre 1962 y 1968, a?os en los que la incorporación de Espa?a al concierto internacional obligó al régimen franquista a reinterpretarse. Lora Tamayo, enfrentado a las consecuencias de una pol¡tica educativa cicatera en inversiones e impregnada de la ideologización franquista, quiso materializar la simetr¡a entre progreso económico y educación siguiendo, as¡, los postulados de la tecnocracia que él defend¡a. El programa de reformas afectó a todos los niveles educativos, pero fue en el universitario Âûde especial atención para la autoraÂû en el que los cambios tuvieron especial relevancia. Lora pretend¡a un modelo de universidad con estructuras modernas, con categor¡as de profesorado nuevas y donde el binomio docencia-investigación marcara el quehacer universitario. Las resistencias a algunos cambios pretendidos por Lora Tamayo se agravaron por las dif¡ciles relaciones entre la universidad Âûy su contradictoria vida internaÂû y la confrontación de intereses de los poderes fácticos que apuntalaban el franquismo y cuya lucha soterrada
