Ensayos II, de Lydia Davis, por fin está entre nosotrxs. Si en Ensayos I la autora puso el foco en la lectura y en la escritura, tanto propia como ajena, en este segundo tomo, con traducción de Eleonora González Capria, la figura estelar son las lenguas: su trabajo como traductora, en especial sus celebradas traducciones de Proust y Flaubert, autores clave de su trayectoria, su interés por el aprendizaje de otros idiomas. No es solo un libro imprescindible para indagar sobre la escritura y la literatura, sino también un claro ejemplo de la brillantez y maestría de Lydia Davis sobre el lenguaje. Con la generosidad que la caracteriza, Davis lista en un texto imperdible veintiún placeres con los que se fue encontrando a lo largo de varios años de traducciones: desde la posibilidad de conocer y viajar a otras épocas y culturas, pasando por las interferencias de las traducciones en su propia escritura, hasta el constante redescubrimiento del inglés, su lengua materna. También se detiene en dos autores clave de su obra como traductora: Proust y Flaubert, que no casualmente son sus traducciones más reconocidas, tanto por los lectores como por la crítica. En el caso de Proust, Davis construye un abecedario en el que registra dudas que fue resolviendo a lo largo de su trabajo, como así también comentarios sobre el estilo y las selecciones léxicas proustianas. Por otro lado, reflexiona sobre la traducción de Madame Bovary y analiza desafíos y dificultades con los que se enfrentó. Asimismo, lee Las aventuras de Tom Sawyer en castellano y, a través de deducciones y ejercicios léxicos y contextuales, comparte su propia experiencia sobre el abordaje de una lengua desconocida.