?¿Eso significa que el día que me eche novia? Adiós, Dani? No parecía hacerle muy feliz esa idea. Suspiré. A mí tampoco, la verdad. ?Supongo. Es ley de vida. Si tuvieras novia no estarías aquí tirado en un jardín conmigo a las tres de la mañana. ?Aprovechemos la soltería entonces ?bromeó, alargando un brazo para atraerme contra sí mismo de nuevo. Me dejé querer. ?Crecer es un asco ?declaré seriamente con la voz ahogada contra su hombro. Ojalá no encontrara novia nunca, aunque fuera un pensamiento un poco egoísta de mi parte. ?Estoy de acuerdo ?secundó con cierto humor?, pero como yo no tengo pensado casarme por el momento y tú espero que tampoco, porque te recuerdo que todavía eres menor de edad ?añadió «sutilmente», animando su tono de voz?, creo que es mejor pensar en el futuro más inmediato. Desde sus tiernos tres años, Nacho se ha dedicado a tratar de mantener de una pieza a la alocada y torpe de su vecina Daniela. El es la calma y ella, la impulsividad hecha persona. Y durante diecisiete años han convivido en perfecto equilibrio, tanto así que la madre de Nacho no pierde la esperanza de celebrar una boda por todo lo alto algún día. Pero todo cambia cuando las hormonas de Nacho vuelven a hacer acto de presencia tras años de estricto control, coincidiendo con la reaparición en la vida de Daniela del fantasma de su padre y el de un viejo trauma. ¿Será capaz de sobrevivir la amistad de toda una vida a este verano?
