El autor describe el desarrollo del niño en fases de siete años, estudiando cómo cada fase tiene sus propias caracterÃsticas. Expone que nuestros niños sólo podrán llegar a ser hombres felices, sabios y juiciosos, si, desde el principio, en su educación se tiene en cuenta el desarrollo del cuerpo, del alma y del espÃritu. Los cambios en el cuerpo son muy conocidos: cambio de dientes, crecimiento, pubertad... El desarrollo psicológico corre paralelo al fÃsico y no es menos importante, examina asà la relación del niño y el mundo que le rodea, describiendo la experiencia en la etapa preescolar, escolar y adolescente en un claro y conciso camino, asà como un método de educación en armonÃa con el desarrollo del niño.