¿Se acuerda usted de aquello de ôyo soy yo y mi circunstanciaö? Pues imagínese, o mejor dicho, lea, las circunstancias del chaval José Luis Pacheco e imagínese qué clase de ôyoö sería usted ahora. O qué ôyoö habría sido usted en cada uno de los embates de esa vida, a esa edad, en ese lugar y en caso de poseer usted unas gónadas hipertrofiadas juzgará sin miramientos, condenará y argüirá que cada cual es dueño de su destino. Lo que pasa es que a veces toca de alquiler o te viene con unas cargas e hipotecas de la hostia. José Luis Pacheco entra en la cárcel de Carabanchel con 16 años como miembro de una pandilla de delincuentes juveniles. Pasa allí tres años terribles y a modo de redención o de autorecordatorio de su voluntad de no volver a pisar la cárcel, comienza a escribir este libro. Comienza a boxear en prisión, sigue boxeando en la calle, en la Legión y como profesional. En 1976, ya como campeón de España de pesos welter, da su vida por enderezada y por terminado ôMear sangreö
