"Paisajes interioresö, este libro que el lector tiene en sus manos es algo ma´s que una antologi´a poe´tica. No es solo una seleccio´n de poemas de la obra publicada e ine´dita del poeta Juan Caldero´n Matador. A lo largo de estas pa´ginas, en cada uno de los poemas, se nos ofrece una verdadera declaracio´n de fe de vida. ôEste soy yoö, nos podri´a estar diciendo antes de cada poema, ôeste soy yoö, nos repetiri´a al final de su lectura. Asomarnos a estos paisa- jes interiores es asomarnos al corazo´n del poeta.
Estos paisajes interiores esta´n surcados por aves y agua, dos si´mbolos que por su uso prolongado a lo largo de los poemas adquieren
categori´a de alegori´as. Las aves son si´mbolo de vida y de libertad pero tambie´n de los tiempos felices. Pero es el agua la alegori´a ma´s recurrente y querida en Juan Caldero´n. El mar, la abundancia del agua y los ri´os son si´mbolos de plenitud y alegri´a, frente a la sed y sequi´a que lo son del dolor y la tristeza, si´mbolos recurrentes en la obra que esta´n mostrando la carne y el hueso, el dolor y la ausencia pero tambie´n la alegri´a y el amor. Estos paisa-jes interiores son Juan Caldero´n. Estos paisajes interiores esta´n habitados por la verdad.
ôUn poema sin verdad no vale nadaö, deci´a el poeta Joan Margarit y tambie´n afirmaba que ôuna buena persona es quien dice la verdadö.
Estimado lector, estoy de acuerdo con Margarit. Porque Juan Caldero´n Matador responde a esas dos afirmaciones. Es, a la manera machadiana, ôen el buen sentido de la palabra, buenoö, Juan Caldero´n es buena persona y poeta bueno, imprescindible.
Y estos "Paisajes Interiores" lo demuestran.
(Extracto del prólogo de Javier Díaz Gil)
