El pasado 29 de octubre marcó en negro un capÃtulo en muchas vidas desde Utiel a LHorta Sud, vidas corrientes de personas que trabajábamos, disfrutábamos y llevábamos nuestras rutinas tranquilas hasta que nos arrasó esa avenida de barro y agua. Creo que lo qué pasó ese dÃa no debe ser olvidado. En este cómic intento resumir la sensación de abandono y rabia en la que nos dejaron quienes tenÃan la obligación, si no de protegernos (que no lo hicieron), al menos de avisarnos. Ellos tenÃan todos los parámetros, la información. NADIE AVISÓ.