Este extraordinario libro relata lo que acontenció en Ruanda cuando el gobierno de aquel paÃs puso en marcha una polÃtica dirigida a que la mayorÃa hutu acabase con la minorÃa tutsi. 800000 personas eran asesinadas en menos de cien dÃas o, dicho de otro modo, trescientas treinta y tres personas eran asesinadas cada hora, por lo general a machetazos. Philip Gourevitch, testigo privilegiado de los acontecimientos, heredero directo de los grandes corresponsales de guerra, presenta un devastador relato que no es sólo un análisis del genocidio y de lo que los ruandeses suelen denominar la lógica del genocida, o una crónica de los campos de refugiados y de los movimientos polÃticos, sino una disección de las causas últimas y de sus factores determinantes, asà como del panorama que ha surgido después de la masacre y de la existencia de emergentes fuerzas que amenazan con convertir el territorio del Africa Central en un campo de batalla absoluto. Por útlimo, Gourevitch nos revela el perverso impacto de las polÃticas de la Administración colonial belga, tanto en la gestión de pueblos que anteriormente habÃan coexistido armónicamente; la incompetencia, inoperancia y hasta cierto punto culpabilidad de las Naciones Unidas y de las Administraciones francesa y norteamericana sin olvidar la voluntariosa y en ocasiones inadecuada actitud de las organizaciones humanitarias. Una crónica del mal que sólo podrÃa rivalizar con El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad.