Se acerca la Navidad en Harriston, en las Montañas Rocosas, y las gemelas Alex y Hanna han decidido añadir un toque dulce a su librería Murder and Mayhem con la venta de los llamados «Bombones de Muerte»: deliciosos dulces inspirados en nombres de venenos que aparecen en novelas de asesinatos. Este año venderán un surtido especial que incluye el de bastón de caramelo a la cicutina, el de pan de jengibre a la gelsemina, el de pastel de frutas con flúor o el de nuez a la nicotina, bayas a la belladona o delicias de rosa a la ricina. Con esta novela de crímenes y venenos comienza una serie tan adictiva como el chocolate, un placer que puede ser mortal