Con un estilo memorístico, sencillo y a la vez muy personal, un beat salmantino, una de las voces más singulares de la narrativa joven española nos regala este Verano del 96.
Una historia hecha añicos, como las vidas rotas de sus protagonistas.
Fragmentos de existencia que nos mostrarán cómo las ilusiones de sus infancias empiezan a empañarse en la adolescencia, solo para romperse en mil pedazos cuando llegan a adultos. Cada relato narrado por una voz diferente, que en ocasiones nos harán vivir la experiencias del grupo desde el punto de vista de cada uno de sus protagonistas y, en otras, presenciarlas desde aquellas personas y escenarios que se cruzaron en su camino. Una pandilla de amigos forzosos que crecen juntos en sus miserias y que, en el ocaso de su madurez, veremos que la única luz que bañó sus días fue la de aquel verano de 1996.
