La mirada, ver el mundo desde tu ventana, a través de un cristal, la visión de las situaciones cotidianas, Ya sé que es verdad son versos en forma de escape para el alma, esto es lo que nos transmite Nuria Banqué con el segundo poemario de su trilogía. Versos escritos desde el alma que buscan una salida, una evasión para sus emociones. Vivir la vida entre cuatro paredes puede deshacer cualquier alma, pero ella lucha con pasión por disfrutar de la existencia, de sus recuerdos y nos regala poemas con intuición, escritos desde el corazón, abordando temas como el amor, la juventud, la pareja, la soledad, el miedo, simplemente a la luz de la luna escribe y ese atisbo imprime ritmo y carácter a su forma de escribir poesía. Estoy sola y no me importa, declaración de intenciones que nos habla de una superación personal que traspasa lo físico y se fija en su riqueza espiritual, aprende del silencio y lo más importante valora la soledad. Todas estas emociones convergen en sus versos y calan tan hondo en el lector que estremece. Al contrario de caer en la melancolía o la tristeza al leer el libro siempre queda un rayo de esperanza que invita a reflexionar y a seguir leyendo. Metáforas que sumergen estados de ánimo, animales que se identifican con fuerza en imágenes claras y concisas de situaciones que para vivirlas hay que pasar calamidades, pero la energía fluye y siempre nos regala una forma de vivir digna de elogio, y es con la escritura como herramienta como saca todas esas sensaciones, esas experiencias que ayudan a seguir caminando, a seguir el viaje lleno de infortunios, pero con una voluntad inquebrantable que hace cada despertad sea único.
